Nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios. Esto comienza cuando  renacemos espiritualmente en Cristo y continua en nuestro diario caminar con Jesús.

Para poder disfrutar la vida en su totalidad, Dios nos instruye y espera que nosotros crezcamos en el conocimiento de su voluntad.

Dios ha dotado a cada hijo suyo con una función y un don especifico para propagar el camino a la salvación. Es nuestro enfoque ayudar a cada persona desarrollar ese potencial adentro de la iglesia.

La iglesia es un regalo de Dios para nosotros con la función de apoyar, ayudar y motivar al creyente para enfrentar los desafíos de esta vida.